¿Quién no conoce la canción de Lobo está? Es instantáneo: la memoria emotiva comienza a trabajar apenas se abre el libro. No se sorprenda, lector/a, si en la página dos siente ganas de seguir cantando; es más, déjese llevar por sus recuerdos, cante, baile y sonría mientras sus hijos/as lo miran y se preguntan: ¿no era que me iba a contar un cuento para dormir? Eso sí, reconozcamos que los tiempos cambiaron y el lobo feroz puede vestirse a la moda y usar internet o mirar televisión por cable. O incluso, por qué no, dejar de asustar y tener amigos.
Autora: Jaquelina Romero
Ilustradora: Laura Aguerrebehere
Editorial: Del Naranjo