Como en el conocido chiste infantil, una rana pasa por todos los animales presumiendo de su boca grande y «chinchando». Todos se enfadan con ella, pero cuando se encuentra al cocodrilo y este le dice que le gusta comer ranas de boca grande, tiene que cambiar de estrategia: ahora es la rana de la boca pequeña e interpela al lector para terminar.
Autora: Nathalie Dieterlé
Editorial: Edelvives